El Sevilla tuvo que rehacer la defensa a los diez minutos de la primera mitad, por unas molestias en el muslo de Fernando Navarro. El Real Madrid superaba en todos los aspectos al conjunto de Manzano y lo materializó con el primer gol de Ramos, tras un córner botado por Özil en el minuto 22. Tras el 0-1, el Sevilla se vino abajo y los blancos se volcaron al ataque.
Cristiano tuvo cerca el gol con un cabezazo que envió al palo y en el minuto 31 el portugués tuvo su recompensa al batir a Javi Varas con un espléndido disparo después de una jugada colectiva. El Madrid se gustaba, jugaba como quería, mientras que el Sevilla, que no sabía cómo pararlo, pedía a gritos el tiempo de descanso. Xabi Alonso estuvo a punto de ampliar diferencias en el 38 de partido, con un disparo que sacaba Javi Varas, pero fue Kaká el que lo logró en el 42, tras un pase de Özil.
En la segunda mitad, el Sevilla salió mejor plantado y dominó más el balón en el centro del campo. Por su parte, el Madrid se conformaba con la diferencia de tres goles y ya no presionaba tan adelantado. Esto lo aprovechó el Sevilla para tocar el balón cada vez más cerca de la portería de Casillas y Negredo redujo distancias con un disparo que se colaba a la izquierda del portero (1-3).
Tras el gol, el Sevilla se creció y continuó acercándose con peligro a la portería de Casillas, pero Dabo y Negredo perdonaron en varias ocasiones. El segundo del Sevilla parecía cerca, pero Cristiano aprovechó un fallo de la defensa hispalense para poner el 1-4 en el marcador. El portugués marcaba su segundo gol de la noche, pero quería más y cinco minutos más tarde aprovechó una asistencia de zil en un contragolpe para anotar su 'hat-trick' particular y el 1-5.
El Sevilla volvía a ser el de la primera mitad y el Madrid se volcaba de nuevo sobre la portería de Javi Varas. El centro del campo hispalense había vuelto a desaparecer y el Madrid lo aprovechó para seguir ampliando distancias, de nuevo mediante Cristiano.
Una triangulación de los jugadores del Real Madrid llegaba a Benzema, que metía el pase de la muerte para que el luso rematara solo ante Javi Varas. El partido estaba en los últimos compases, pero aún quedaba tiempo para que Negredo acortara distancias de cabeza tras un córner, poniendo el 2-6 definitivo.
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