El capitán rossonero (de 31 años) termina contrato el próximo 30 de junio y quedaría libre para poder incorporarse al club que quisiera. Aunque la entidad de San Siro podría tener abiertas negociaciones para poder firmar su renovación, lo cierto es que el club que dirige Berlusconi no estaría dispuesto arriesgar mucho dinero por su permanencia.
Así las cosa, clubes como Juventus de Turín o Chelsea (donde entrena su ex técnico Ancelotti) podrían estar interesados con hacerse sus servicios. Estos clubes deberían competir con el Barça, tal y como recoge la página de información italiana 'Data Sport'.
La solución de Pirlo podría estar contemplada como una vía de transición ante la posibilidad de que la llegada de Cesc se retrasase un año más. Esto es: Pirlo podría ofrecer un año de buen fútbol, suficiente como para tapar la ausencia del capitán gunner en las filas del equipo de Guardiola. Su estilo futbolístico se asemeja al que gusta en el Camp Nou y su veteranía aseguraría un acoplamiento relativamente rápido.
La operación ofrecería ventajas económicas: lo ahorrado en el fichaje de Cesc (45 millones) podría ser utilizado en acometer otras incorporaciones que interesan en el club, como la de un central, un pivote defensivo y un delantero centro.
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