En la reanudación, el conjunto alemán volvió a hacerse con el esférico y siguió con su dominio sin prisas. Fruto de su valentía nació el primer gol del encuentro. Fritz sorprendió al portero del equipo italiano con un zurdazo desde fuera del área ante el que el guardameta nada pudo hacer.
El tanto no cambió lo más mínimo el esquema del encuentro, y el Werder Bremen siguió intentando aumentar su renta para viajar con más tranquilidad a Italia. La Sampdoria no se vino abajo y tuvo sus ocasiones. La más clara la tuvo Pazzini, el jugador más activo del equipo visitante, pero su disparo se estrelló en la madera después de que la tocara el portero.
Cuando más apretaban los italianos llegó el segundo de los locales después de que Frings materializara un penalti riguroso, y pocos minutos después Pizarro puso el tercero en el electrónico tras una gran combinación con Almeida. Cuando todos creían a los italianos por muertos Pazzini remató un balón que da esperanzas a su equipo de cara al partido de vuelta.
Aún así el Werder Bremen da un paso de gigante para volver a la máxima competición europea después de que el año pasado se tuviera que conformar con jugar la Europa League mientras que la Sampdoria tendrá que sacar su mejor cara en su casa para obrar el milagro.
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