El nuevo José Mourinho, con vocación de técnico desde los 16 años, trabajó como mano derecha del actual entrenador del Real Madrid desde la etapa de éste en el Oporto, como ‘Mou’ hiciera en su día con Boby Robson o Louis Van Gaal.
Después, le acompañó en su aventura en el Chelsea y en el Inter de Milán, hasta que en 2008 decidió volar sólo y comenzar a poner en práctica todo el aprendizaje adquirido al lado de su compatriota.
Tras su paso por el Académica de Coimbra (2009-2010), a Villas Boas, como a su profesor, le llegó la oportunidad de estrenarse en la élite de la mano del Oporto, donde en esta primera temporada ha dado muestras de su valía, conquistando el triplete: Liga, Copa y Europa League, títulos a los que también habría que sumar la Supercopa portuguesa.
El éxito de Villas Boas en el club luso no ha pasado desapercibido entre los grandes clubes, pero al destino ha querido que sea el Chelsea, el mismo equipo al que puso rumbo Mourinho tras abandonar el Oporto, el que vaya a asistir al segundo gran reto del técnico revelación del fútbol europeo.
Con las virtudes que han encumbrado a su maestro -la ambición, el buen manejo táctico de sus jugadores y la eficacia-, este joven portugués se enfrentará al desafío de resucitar a un Chelsea en horas bajas, que ha realizado una apuesta sin precedentes por un entrenador. Y es que los ‘blues’ pagarán una cifra cercana a los 15 millones de euros por arrebatar al Oporto a Villas Boas.
Un día Mourinho dijo que su discípulo sería mejor que él y, aunque su maestro ha puesto el listón muy alto, ahora tendrá su primera gran oportunidad de demostrarlo. De seguir cumpliéndose este asombroso paralelismo entre las trayectorias de Mourinho y su heredero, el Real Madrid ya sabe quién será en unos años el inquilino de su banquillo.
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