El delantero madridista no vio mejor oportunidad para escaparse de juerga por la noche lisboeta. Con su novia Irina Shayk al otro lado del charco, en Nueva York por compromisos de trabajo, y los dos días de descanso que le dio el entrenador de la Selección Portuguesa, Paulo Bento, el crack portugués contactó con unos cuantos amigos para correrse una gran juerga en Lisboa, según publica el diario portugués 'Correiro da Manha'.
El pasado viernes, Cristiano cenó con sus amigos en un conocido restaurante de moda en la capital lusa, Olivier, y a continuación se dirigió con su grupo a una céntrica y glamurosa discoteca, Silk, para pasar allí el resto de la noche. En la discoteca le vieron bailar y departir con varios de los presentes hasta las 7:00 de la mañana, hora en la que abandonó la misma junto a su grupo.
LE LLEVARON A CASA
Cristiano, que había conducido él mismo hasta las inmediaciones de la discoteca, tuvo que ser llevado por uno de sus acompañantes hasta la casa de su hermana, Katia Aveiro, residente en Lisboa y que durante estos días se está quedando al cuidado del pequeño Cristiano Ronaldo Junior.
Con esta salida, el portugués arranca lo que parece será otro verano movido. Época estival en la que nunca ha dejado de ser noticia, bien por sus escarceos amorosos, vésase Paris Hilton, bien por el embarazo de alguna camarera estadounidense tras el lío de una noche.
El jugador portugués se reincorporó el pasado lunes a la concentración de la selección portuguesa en Lisboa, donde preparan el trascendental partido ante Noruega del próximo sábado, donde Portugal se la juega ante el líder de su grupo en la fase de clasificación de la Eurocopa de Ucrania y Polonia.
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