En un pasado no muy lejano, Kaká asomó su deseada figura en la capital de España arrastrando una pubalgia, molestia que los directivos blancos esperaban superaría sin problemas. Sin embargo, los distintos problemas físicos que ha arrastrado el brasileño desde su llegada al Real Madrid le han impedido rendir como su calidad hacía prever.
Remontándonos algo más en el tiempo podemos encontrarnos con un caso mucho más sangrante: el del defensa central inglés Jonathan Woodgate. Fichado del Newcastle, llegó con problemas musculares que le impidieron jugar durante toda la temporada 2004-2005, en la primera etapa de Florentino Pérez como presidente blanco.
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