Todo el mundo está pendiente del récord goleador que puede dejar establecido Cristiano Ronaldo. El mundo estará mirando con todos sus ojos al portugués para ver si consigue llegar a los 40 goles en el campeonato. Pero la intrahistoria de este enfrentamiento contra el Almería ocurrió el 6 de diciembre de 2009.
CR7 apenas llevaba unos meses en el Real Madrid y todavía se estaba adaptando al estilo de Pellegrini y a lo que supone una liga nueva. El juego de los blancos no era fluido y todo lo bueno que se esperaba y ya había demasiadas dudas en el ambiente.
En el Santiago Bernabéu, ese Real Madrid-Almería estaba convulso por la propia crisis de identidad de Cristiano y la propia de todo el equipo por su juego. El equipo que entonces estaba entrenando Hugo Sánchez estaba metiendo en problemas a los blancos, incluso llegaron a adelantarse en el marcador.
En plena remontada, Cristiano falló un penalti que supo aprovechar Benzema para marcar. Pero la anécdota llegó con el cuarto de los de Pellegrini, obra como no, del luso. Necesitaba descargar su rabia y eso le costó la primera cartulina amarilla.
Al final del partido, Juanma Ortiz hizo que Ronaldo picara el anzuelo y, en esa acción lanzó una patada a su rival que le costó la expulsión. La primera en el fútbol español. El primer día realmente malo del portugués en el equipo blanco.
Aunque pidió posteriormente por su expulsión, el blanco dejó de ser popular para toda la afición del Almería y este, sin duda, se convirtió en uno de sus peores rivales. Desde luego no le trae ningún buen recuerdo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario