La plantilla del Real Madrid está enfadada. Los jugadores no entienden que el club haya programado para este miércoles los festejos por el título de Copa del Rey, con visitas al Ayuntamiento, la Comunidad de Madrid y la Catedral de la Almudena incluídas, en un día que, teóricamente, se les habría prometido como libre.
José Mourinho dijo a sus jugadores que, tras el partido contra el Getafe, podrían disfrutar de dos jornadas sin tener que acudir a entrenar a la Ciudad Deportiva de Valdebebas. Muchos de los integrantes del grupo aprovecharon y reservaron billetes de avión para disfrutar estos dos días de asueto fuera de la capital española.
No obstante, la desagradable sorpresa para ellos fue encontrarse con que la primera mitad de uno de esos días no iba a poder ser todo lo festiva que deseaban. El club había programado el ofrecimiento de la Copa para este miércoles.
La orden sentó como un mazazo en el vestuario. La obligatoriedad de asistir a las recepciones del alcalde y la presidenta de la Comunidad no tenía vuelta de hoja. Se trataba de una cita ineludible para los integrantes de la plantilla.
De ahí la imagen de puro compromiso dada por algunos de los jugadores en los festejos. Desde Cristiano Ronaldo y sus escuetas palabras, a todos los jugadores (y no fueron pocos) que no quisieron hablar ante el millar de los aficionados que se habían congregado.
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