En el vocabulario del Barça no se utilizan expresiones como "miedo escénico", "espíritu de Juanito" o "épica". Pero la palabra remontada, aunque sea poco usual, sí que existe en el diccionario del buen culé. A priori, sólo hace falta un gol para estar en cuartos de final, ya que el 1-0 sería suficiente. Un resultado que, atendiendo a la historia culé, podría ser una realidad porque ya la remontada ya se ha producido en cinco ocasiones.
No pudo ser ante el Inter de Milán de Mourinho en 2010, pero en cuartos de final del 2000, ante el Chelsea, y con una prórroga mediante, los azulgrana se metieron en semifinales al derrotar por 5-1 a los londinenses. Hace 17 años, los azulgrana cayeron en Kiev por 3-1 y la magia del Camp Nou fue suficiente para acabar goleando a los ucranianos por 4-1 y pasar de ronda.
Tirando de hemeroteca, hay que llegar hasta la década de los setenta y recordar la Recopa, el trofeo europeo gurú del barcelonismo, y esa remontada histórica ante el Anderlecht. Y, cómo no, superar el cruce ante el Goteborg que hizo que los azulgrana jugaran la final de la Copa de Europa de 1986 frente al Steaua de Bucarest.
Por tanto, el Barça sí tiene buenos precedentes para pensar que superaran este pequeño escollo frente al equipo de Cesc Fábregas. Además, hay que vengar la remontada frustrada contra el Inter de hace unos meses.
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