Este miércoles, la afición ‘bleu’ se encontraba en los alrededores de Clairefontaine esperando a su ídolo. Zinedine Zidane apareció en el campo de entrenamiento ovacionado por la afición y se prestó a firmar algunos autógrafos. Después del recibimiento tocó reencontrarse con el esférico.
Demostrando una calidad que no muere con el tiempo, Zidane entrenó junto a los internacionales franceses convocados para el encuentro ante Bielorrusia de la fase de clasificación para la Eurocopa 2012. El ex jugador del Real Madrid tuvo un rato para comer con los futbolistas e inculcarles su experiencia.
LAVADO DE IMAGEN
“Como sabéis, no me gusta hacer grandes discursos y simplemente les he deseado buena suerte para la clasificación de la Eurocopa. Les dije que espero que tengan como tuve yo grandes momentos con la selección y que lleguen a través de victorias, que es por lo que serán recordado”, añadió a la prensa congregada tras el almuerzo.
Pero Zidane no sólo habló con los jugadores sino que ejerció también de ‘Pepito Grillo’ con el nuevo cuerpo técnico de la selección tras la salida de Raymond Domenech. El nuevo míster, Laurent Blanc, ha puesto una firme maquinaria en juego para borrar la imagen de la selección y en este engranaje está Zidane, su ex compañero en la triunfal Francia de 1998.
“Tener intercambios con jugadores de otra generación únicamente puede ayudarles. Les pueden explicar que pese a tener una extraordinaria carrera a nivel de club, la cosa que cambiará sus vidas será jugar por Francia. Ese es el espíritu que los jóvenes futbolistas tienen que recuperar”, sentenció Blanc.
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