La cláusula de rescisión obliga a un jugador con contrato a pagar una cantidad fijada para poder abandonar su club de manera unilateral. No obstante, en Europa, este sistema apenas se utiliza y, de las grandes ligas, sólo la española y la portuguesa lo tienen vigente.
Así, en Portugal, Hulk, del Oporto, ostenta con 100 millones de euros la cláusula más abultada. Sin embargo, para hablar de otros países habría que remitirse a otros métodos de tasación. En esta línea, la web Trasnfermarkt sitúa a Cesc como el futbolista más caro de las ligas internacionales con un valor cercano a los 70 millones de euros. Tras él, Rooney, Torres, Ribery y Sneijder son los jugadores más caros del mundo (sin contar la Liga española).
En el madridismo este tema está muy presente. Sobre todo desde que Florentino Pérez pagase al Barcelona la cláusula de Figo: 60 millones de euros. Hasta la fecha, esta es la cláusula más cara que se ha hecho efectiva. Una cifra que queda muy lejos de los 250 millones de euros que costaría Mesut Özil.
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