Una de las notas destacadas de este mercado de fichajes es el tráfico de jugadores que ha habido entre el Real Madrid y los clubes más importantes de la Bundesliga. Y es que en los últimos años el campeonato alemán se ha convertido en un filón para los madridistas, tanto a la hora de comprar como de vender.
El fútbol español se germaniza. Fruto de las buenas actuaciones de la selección alemana en las últimas competiciones internacionales (semifinalista en los últimos Mundiales y finalista en la pasada Eurocopa), el fútbol español cada vez mira más a la Bundesliga tanto a la hora de comprar jugadores como para venderlos. Un buen ejemplo de ello es el Real Madrid, que en las últimas temporadas ha protagonizado traspasos importantes con equipos del país centroeuropeo.
Su idilio con el país teutón comenzó en el verano del 2007, cuando la entidad de Concha Espina, entonces presidida por Ramón Calderón, se hizo con los servicios del central Metzelder a coste cero, después de no renovar este último su contrato con el Borussia Dortmund. La llegada del espigado defensor precedería a la de Van der Vaart al verano siguiente. El Hamburgo, club que por aquél entonces tenía en propiedad al jugador, no puso las cosas fáciles, pero finalmente el holandés acabaría recalando en el conjunto blanco tras el pago de 14 millones de euros.
Con el desembarco de Florentino Pérez en la presidencia, Robben fue traspasado al Bayern de Múnich a cambio de 25 millones de euros. Y en el pasado mes de enero Van Nistelrooy hizo las maletas para enrolarse en las filas del Hamburgo en busca de los minutos de los que no podía disponer en el Madrid. Una venta que no le supuso ningún gasto a la entidad alemana.
RAÚL ENAMORA EN ALEMANIA
Pero ha sido este último verano cuando el tráfico de jugadores entre Alemania y la capital de España ha subido en intensidad. Todo empezó con la triste marcha de Raúl del Real Madrid, quien prefirió seguir con su carrera en el Schalke 04, que no tuvo que pagar nada en concepto de traspaso para hacerse con sus servicios. En ese equipo el ‘7’ está coincidiendo con Metzelder, que hizo las maletas rumbo a Gelsenkirchen después de que el Madrid no le renovara su contrato.
Para contrarrestar estas marchas, la Dirección Deportiva apeló a futbolistas alemanes para reforzar el equipo. En concreto, recurrió a dos jóvenes promesas de ese país, Khedira y Özil, a los que tan solo les quedaba un año de contrato. Ambas negociaciones fueron complicadas, ya que ni Stuttgart ni Werder Bremen dieron facilidades a los blancos, pero han acabado finalmente recalando en el conjunto blanco.
Cuatro ventas y cuatro fichajes. Ese es el balance que ha dejado en los últimos años los negocios de los dirigentes del conjunto blanco en tierras alemanas. Unas relaciones fructuosas que al Madrid le han supuesto un gasto de 40 millones de euros y unos ingresos de 25 ‘kilos’. Lo que está claro es que las dos partes han salido ganando, ya que mientras los alemanes pueden disfrutar del talento de Raúl o Robben, no se puede decir que al Madrid le haya ido mal con Van der Vaart, o que Khedira y Özil no tengan la calidad para triunfar en el Bernabéu.
No hay comentarios:
Publicar un comentario