Torres utilizó el Aston Martin para llegar a la sesión de entrenamiento, en la que se empleó a fondo. En cuanto salió de la ducha corrió al volante de su lujosa adquisición, aunque no lo probó excesivamente en su primer día ya que decidió llegar a casa junto a su mujer, Olalla Santamaría.
El madrileño lleva una vida que se aleja del estereotipo de los futbolistas. A sus 25 años tiene una hija de uno y ha confesado recientemente que quiere el segundo retoño. Está casado con su novia de toda la vida, que nada tiene que ver con las modelos y 'vedettes' que acompañan a los jugadores de fútbol. Hasta su chalet en Liverpool destila normalidad. Así, la única excentricidad que se permite en su vida Fernando Torres son los coches caros. Apasionado de los deportivos, el jugador del Liverpool ha confesado en más de una ocasión que no puede decantarse por uno en concreto, aunque parece ser que el Aston Martin DBS le ha conquistado.
El precio del coche ronda los 300.000 euros. Según el portal ‘Motorspain’, es uno de los deportivos más veloces del mercado y tiene un enorme motor V12 atmosférico con 6,0 litros de cilindrada. El consumo de gasolina es la pega ya que tiene una potencia de 517 cv y gasta 16 litros cada 100 kilómetros.
¿Y el desbancado? Un Chevrolet Corvette Z06 que ha quedado relegado al ‘banquillo’ y descansa en el garaje del jugador del Liverpool. Este deportivo alcanza una velocidad de 319 kilómetros hora y llega a 100 en 3,7 segundos, con lo que supera al Aston Martin DBS.
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