Algo extraño parece estar ocurriendo en la casa blanca. Primero fue el 21, luego el 14 y ahora el 7. Este último número es cabalístico, de la perefección y en la cultura tiene muchos significados. Porque siete son los días de la semana, las notas musicales, los colores del arco iris, los pecados capitales o incluso los siete mares. Se fue Metzelder, Guti y ahora el capitán Raúl. Tendrá como compañero a Metzelder y como rival a Van Nistelrooy en la primera jornada de la Bundesliga.
Debutó muy jovencito de la mano de Jorge Valdano aunque se crió en el filial del Atlético de Madrid, de donde se marchó al conjunto blanco porque Jesús Gil y Gil no le quería pagar los desplazamientos en transporte público. Lo ha dado todo en todas las competiciones, quizás su mayor resquemor es no haber participado en los recientes éxitos de La Roja. Pero le hemos visto besar el anillo muchas veces ahora lo hará en el estadio de Gelsenkirchen donde le arroparán sus hijos y su esposa Mamen Sanz desde 1999.
Por otro lado, le encanta conducir su Audi A8, siempre es el último en abandonar los entrenamientos o las instalaciones del estadio de fútbol donde se disputa el partido, le encantan los toros, la caza y ver películas de acción. La intención de Raúl en el Schalke es ser uno de los mayores goleadores de Europa en esta temporada. Por ello el que ha sido el 7 del Real Madrid ha rechazado ofertas de la liga estadounidense, como las que presentaron el Red Bull New York o los Anegeles Galaxy.
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