"Todo se reduce a un instante, el momento que me produce más alegría. Antes de cada partido, uno o dos días antes, voy al subterráneo del Camp Nou, donde tengo un pequeño despachito y me encierro con dos o tres DVD's que me preparan del rival (...) y entonces es cuando llega el momento acojonante. Soy entrenador para vivir ese instante (...). 'Ya lo tenemos. Mañana ganaremos'".
Así describía Pep Guardiola su lugar más secreto tras recibir la Medalla d'Honor, el despacho que posee en los subterráneos del Camp Nou. Un lugar íntimo, al que no suele entrar casi nadie y que está reservado para los estudios que realiza el técnico de Santpedor de los rivales del conjunto azulgrana.
En ese lugar no hay nada que pueda distraer la atención del mejor entrenador de la historia del Barça. Una fotografía de sus hijos y un ordenador son el único material disponible sobre una mesa que se aposta delante de un televisor junto a los DVD's de los próximos rivales.
No hay nada más en aquel lugar sin ventanas, oscuro, a excepción de unas sillas y un pequeño sofá para las visitas que rara vez acomoda huésped.
Según desvela Mundo Deportivo en un reportaje, el despacho en cuestión tiene poco más de 20 metros cuadrados y fue heredado en sus dimensiones actuales por Frank Rijkaard. Antes lo habitaron Louis van Gaal, su primer inquilino, así como Serra Ferrer y Carles Rexach.
Sin embargo, ese despacho poseía más metros en su origen, pero en la época de Rijkaard se redujo para incorporar dos despachos más para los ayudantes.
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