Desde siempre ha ido ligado el fútbol a la radio. La radio surgió mucho antes que la televisión, esa que quiere imponer horarios y todo. ¿Sino por qué esos disparatados nuevos horarios, con un partido a cada hora? Pues muy sencillo: para perjudicar a las radios.
Los futbolistas y los equipos deberían solidarizarse con las emisoras ya que viven también gracias a lo que ellas cuentan y narran. La creatividad, la imaginación y el lenguaje radiofónico deportivo son únicos y te transportan a otro lugar. Te hacen vibrar y tirarte de los pelos.
Son muchas las voces reconocidas de este género, como podrían ser las de Matías Prats padre, García, Manolo Lama y un largo etc. Tanto ha sido su efecto que hasta se han puesto para narrar juegos de fútbol tan populares como el Pro o el Fifa.
Esperemos que llegue a su fin y que no haya que pagar por un derecho recogido en la Constitución, como es el derecho a la información. La gente tiene ese derecho a ser informada "por cualquier medio de comunicación". Así que, dejémonos de tonterías señores. ¡Viva la radio deportiva!
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