Los Emiratos Árabes Unidos aplastaron al Líbano por 6-2 en un amistoso y en su intento por hacer cosas interesantes y novedosas, uno de sus jugadores,
Awana Diab, decidió intentar una nueva manera de lanzar un penalti. El procedimiento fue ridículo, pero funcionó. Lo peor es que fue sancionado.
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