Sami Khedira es el nuevo futbolista alemán del Real Madrid tras la marcha de Christoph Metzelder al Schalke 04 de la Bundesliga. Ha sido una de las revelaciones de la todopoderosa selección germana. Tiene músculo y es altamente defensivo. Como hemos visto en el Mundial de Sudáfrica hacía el trabajo sucio de los de Joachim Löw en la medular. Roba balones y los oxigena. Pasaba al creador Özil y este distribuía a Müller o Schweinsteiger.
Pero si algo ficha el Madrid es talento y juventud y garantía, porque siempre que ha desembarcado un alemán en el Real Madrid esto ha significado al consecución de algún título, ya sea Liga o Champions. Justo lo que quiere la afición con la llegada de Mourinho, ganar y jugar bien, pero sobre todo, ganar. Khedira tan sólo tiene 23 años, nació en Stuttgart y es de madre alemana aunque padre tunecino. Aunque en teoría tiene contrato hasta 2011 con el VFB Stuttgart, el Madrid lo quiere ya por 10 millones de euros. Barato y bueno.
Ciertamente no es fácil encontrar un buen sustituto de Michael Ballack en el centro del mediocampo de la selección alemana. Tiene que ser fuerte en la defensa, inteligente en la táctica, extraordinariamente correoso y además inclinado al ataque. Así es Sami Khedira.
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