Después de todo un día festejando su triunfo por todo Madrid, los miembros de la selección española de fútbol trasladaron su fiesta a un restaurantes en el que se encontraron a sus familiares y amigos. Pasadas cinco horas de su llegada, Iker Casillas y Sara Carbonero continuaron con una celebración, aunque esta vez privada, en un hotel de la capital.
Tras pisar suelo español empezó su recorrido por las calles de Madrid, primero para reunirse con el rey don Juan Carlos en el Palacio Real y más tarde con el Presidente del Gobierno. Después comenzó su tour por el centro de Madrid y el último lugar del recorrido fue la explanada del Paseo del Rey. Allí terminaron de madrugada y después se marcharon hasta un conocido restaurante para reponer energías. Los futbolistas llegaban sobre la una y media de la madrugada y en el interior ya les esperaban familiares y amigos dispuestos a brindar por el triunfo de la Copa del Mundo de Fútbol.
Así, veíamos a rostros tan conocidos del panorama español como el humorista Cesar Cadaval, el bailaor Joaquín cortes, Francisco Rivera Pantoja y Javier Hidalgo que estuvo con su novia, Malena Costa. Entre los jugadores vimos a Fernando Torres, quien parece estar bastante recuperado del susto que nos dio el pasado domingo cuando todo el mundo pensó que podría haberse lesionado en la final del Mundial. David Villa y su esposa; Gerard Piqué, Álvaro Arbeloa, Jesús Navas con su guapa novia; el entrenador Vicente del Bosque junto a su hijo, Álvaro, que les acompañó toda la tarde y disfrutó de la emoción del triunfo también se dieron cita en este restaurante.
Sin lugar a dudas, los grandes protagonistas fueron Iker Casillas y Sara Carbonero, quienes abandonaban la celebración pasadas las seis de la mañana y lo hacían cogidos de la mano, sin ocultar su amor ni su relación, ya que el guardameta parece tener muy claros sus sentimientos como demostró tras el partido de la final que les dio la victoria frente a Holanda. Después de abrirle amablemente la puerta de un taxi la pareja de moda se dirigió a un hotel de la capital, donde terminaron su festejo en privado y en la intimidad.
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