Xabi, Casillas y Keita han encendido la mecha del doble enfrentamiento que volverá a unir a Madrid y Barça sobre el césped: la Supercopa de España. Mientras los dos primeros, de gira por China, han preferido restarle importancia a estas alturas, el culé sí ha advertido de su importancia: "No es la final del Mundial, pero sí es un trofeo importante para nuestros aficionados y para los jugadores".
Alonso y Casillas, que curiosamente saben lo que es disputar una final de un Mundial, fueron contrarios a este discurso: El tolosarra declaró que de momento los azulgrana no son su preocupación, ya que están centrados en ir progresando poco a poco. Consideró que el bloque se encuentra en "fase de mejora" y valoró positivamente el hecho de que sea el segundo año consecutivo con el mismo entrenador.
Casillas también apuntó en la dirección del trabajo y la paciencia: "No estamos obsesionados con el partido de Supercopa ante el Barcelona y sí con llegar lo mejor posible a ese torneo. Y en eso estamos, trabajando todos al máximo", afirmó en la rueda de prensa posterior al entrenamiento.
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