Por si no tenía bastantes frentes abiertos Mourinho esta temporada, ahora puede abrir uno nuevo. El luso lleva desde que fichó por el Madrid empeñado en demostrar que el calendario y quienes fijan los horarios de los partidos tienen algo en contra de su club y ahora el destino se la vuele a jugar.
El último sorteo de Liga de Campeones deparó un grupo sencillo para el Real Madrid, con viejos conocidos como el Ajax y el Lyon y un tercer equipo asequible como el Dinamo de Zagreb. En definitiva, desplazamientos cercanos y rivales sin demasiada entidad como para poner en dificultades la clasificación de los blancos para los octavos de final de la Champions.
Sin embargo, fue en la elaboración del calendario donde el destino le jugó una mala pasada a José Mourinho y al Real Madrid. En concreto el momento más delicado se producirá en la jornada sexta (el 7 de diciembre), cuando el conjunto madridista visite el Amsterdam Arena para medirse al Ajax.
Esto no tendría nada de especial ni de polémico de no ser porque el Barcelona recibe un día antes en el Camp Nou al BATE y por tanto dispondrá de 24 horas más para preparar el primer Clásico de la Liga, que se jugará si no se aplaza por el Mundialito de Clubes, a finales de esa semana.
Por tanto, el destino ya le ha dado motivos a Mourinho para empezar a lamentarse. Eso sí, el lamento del portugués podría pasar a ser indignación si para colmo el Clásico se adelanta al sábado. Y es que no hay que olvidar que este año, el 5-0 del Camp Nou, se jugó un lunes (29 de noviembre) por las elecciones en Cataluña y eso dio al Barcelona un día más para preparar el partido. Ojo que Mourinho está ya en alerta.
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