Diecinueve horas. Ese es el tiempo que tuvo que pasar José Mourinho en una sala VIP del aeropuerto de Nueva York por culpa del temporal de nieve que azota la costa este de los Estados Unidos. La presencia del entrenador portugués en el encuentro Champions for África se había convertido en toda una incógnita, ya que no se sabía si podría llegar.
Finalmente, Mourinho y toda su familia lograron viajar y en la tarde del martes aterrizaban en el aeropuerto de Madrid Barajas. Allí esperaban los asistentes del técnico y, como suele ser habitual, algunos fotógrafos esperando captar las imágenes de la llegada de la familia Mourinho. La situación no gustó al entrenador del Real Madrid y se vivieron escenas de tensión.
La hija de Mourinho golpeó con una de sus bolsas a uno de los fotógrafos y el entrenador fue a advertirle al reportero gráfico que no tomase imágenes de los pequeños. El programa Punto Pelota emitió imágenes de lo sucedido, aunque el problema no fue a mayores. Matilde, esposa del entrenador, recordó a los fotógrafos que "son niños".
Una vez llegado a la capital, se espera que José Mourinho no tenga problemas para volver a la normalidad. El primer reto es dirigir a uno de los equipos que disputan en el Vicente Calderón el encuentro Champions for África, de carácter benéfico.
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