Una vez colgadas las botas con más de 40 años, el que fuera delantero de Barcelona y Sevilla demostró que, para él, es difícil mantenerse inactivo. Para superar su nostalgia de los terrenos de juego no ha tenido mejor idea que presentarse a las elecciones de su país y el partido Socialista Brasileño (PSB) pensó en él para encabezar sus listas.
Romario ha demostrado ser una persona querida por los brasileños que, pese a su nula trayectoria en el mundo de la política le han elegido en el sexto puesto de entre 821 candidatos con 146.859 votos. Con estas cifras, el 1,84% del estado de Río de Janeiro, obtuvo un escaño en la Cámara de Diputados.
Sin embargo, las cifras que se habían previsto para Romario eran superiores por lo que el ex delantero quedó con un sabor agridulce. Los sondeos le situaban como el segundo candidato más votado.
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