Supongamos que a un joven de 17 años que se dedica al fútbol profesional, un club como el Real Madrid le ofrece un contrato con una ficha anual de, por ejemplo, tres millones de euros. Cualquiera en su situación daría ese paso y no dudaría en ir corriendo al aeropuerto de su ciudad para volar rápidamente a ese nuevo equipo.
Romelu Lukaku, el joven delantero del Anderlecht, pudo tomar ese avión desde bruselas hacia Barajas hace tan sólo unos días, pero decidió utilizar el cerebro en lugar de escuchar la llamada blanca, y dicho sea de paso, del dinero de más que iba a ganar.
SUEÑA CON EL MADRID
El delantero, apodado el nuevo Drogba por sus goles, su físico y su potencia, ha sido sincero y reconoce que le ilusionaba convertirse en jugador del Real Madrid, pero que tras meditarlo ha decidido seguir un año más en Bélgica para seguir madurando y no dejar de lado sus estudios.
El belga de origen congoleño explica así su encrucijada en unas declaraciones en Mundo Deportivo: “El decir que no al Real Madrid y otras ofertas interesantes que tuve no fue fácil, pero decidimos con mi padre que lo mejor era que siguiera estudiando, que un año más en el Anderlecht no me iría mal para mi carrera futbolística y como persona. No, no niego que me gustaría imitarles, pero todo llegará a su tiempo. Se separar una cosa de otra y ahora estoy metido en jugar con el Anderlecht y Bélgica".
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