La Pulga sin hacer ruido y sólo con el fútbol como argumento sigue emergiendo como una estrella fuera de los terrenos de juego. No es la opinión de un experto en marketing sino la constatación de un hecho. Los números le dan la razón y le sitúan por encima de Beckham y de Cristiano.
Había quien le acusaba de que no transmitía lo suficiente al público como para terminar de ganárselo, de que las cámaras no le querían como a otras estrellas, pero el azulgrana siguió fiel a su estilo y ha conseguido convertirse en el mejor futbolista del mundo y ahora también en el mejor pagado.
Y si difícil es conseguir el primer entorchado no menos feroz es la competencia por el segundo. Según la lista que anualmente elabora la revista Sports Illustrated, Leo Messi ha sido el futbolista mejor pagado del mundo el último año con 44 millones de dólares, de los cuales unos doce pertenecen a su sueldo como jugador del Barcelona.
El argentino ha dejado por detrás a los dos futbolistas más mediáticos del mundo. David Beckham ha sumado 40.500.000 de dólares a su ya extensa fortuna, y Cristiano Ronaldo, que en su primera temporada como jugador del Real Madrid ha facturado 40 millones.
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