Holanda también se echó a la calle, como hizo España, para recibir a su selección. A pesar de no haber podido conquistar su primera Copa del Mundo, los aficionados de la ‘oranje’ demostraron que están muy orgullosos de su equipo. Miles de personas se enfundaron las camisetas de la selección y cogieron sus banderas para recibir como auténticos campeones a sus jugadores.
A pesar de la tristeza que se apoderó de los jugadores holandeses cuando Howard Webb pitó el final del partido, sacaron su mejor cara para celebrar con sus aficionados un subcampeonato que nada tiene de triste. El único que no pudo disimular su cara de pocos amigos fue el entrenador Bert van Marwijk.
Todo lo contrario que Van Bommel o Sneijder, que fueron de los más animados de la celebración. Los jugadores pasearon en barco por los canales de Ámsterdam y luego se dirigieron a un escenario colocado en una céntrica plaza para dedicar el subcampeonato a todo el país. El capitán del equipo, Giovanni van Bronckhorst, fue el encargado de agradecer a todas las personas su gran apoyo, mientras Sneijder repartía cervezas entre sus compañeros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario